Alaíde Foppa fue una poetisa, defensora de los derechos humanos y feminista, presuntamente asesinada por escuadrones de la muerte durante la guerra civil de Guatemala.

Foppa nació en Barcelona, España, en 1914 de madre guatemalteca y padre italiano. Se crió en Europa antes de obtener la ciudadanía guatemalteca. Luego se casó con un izquierdista guatemalteco y se mudó a la tierra natal de su madre.

Trabajaba en la Universidad de San Carlos pero ella y su familia tuvieron que huir a México cuando la CIA dio un golpe de estado para derrocar al presidente electo democráticamente Jacobo Árbenz e implementó una dictadura militar en su lugar.

México fue su casa

En México impartió el primer curso de sociología de la mujer en América Latina en la Universidad Autónoma de México, escribió y publicó poesía y se convirtió en miembro activo de Amnistía Internacional y de la Asociación Internacional de Mujeres contra la Represión en Guatemala.

Alaíde Foppa también cofundó y financió la primera revista feminista latinoamericana, Fem, y en 1972 creó el programa de radio “foro de la mujer” para discutir formas de contrarrestar la violencia de género y promover los derechos de las mujeres.

Sus crecientes denuncias de violencia impuesta por el Estado la pusieron en la lista negra de “subversivos”. Cuando murió su esposo, fue a ver a su madre a Guatemala y se cree que quería apoyar a los grupos guerrilleros.

En diciembre de 1980, ella y su conductor desaparecieron en la Ciudad de Guatemala, sin dejar rastro. Presuntamente fue torturada y asesinada por policías encubiertos vinculados al gobierno militar del general Romeo Lucas García.

¡No más sexismo y vi0lencia hacia la mujer!

Hablar de mujeres significativas en la historia de lo que hoy es Guatemala es hablar de formas ancestrales y modernas de sexismo, colonización occidental, racismo sistémico, genocidios brutales en una guerra de contrainsurgencia respaldada por Estados Unidos, violencia de género y una continua acaparamiento de tierras en territorio indígena.

El sexismo, la discriminación y la violencia de género son problemas graves en Guatemala, y han afectado a mujeres y niñas durante décadas. A pesar de los esfuerzos por parte de organizaciones de derechos humanos, activistas y el gobierno, aún hay una gran cantidad de desigualdad de género en el país.

Las mujeres guatemaltecas, al igual que Alaíde Foppa, enfrentan desafíos significativos en términos de acceso a la educación, la atención médica, el empleo y la justicia. También sufren altas tasas de violencia de género, incluyendo violencia sexual y física, y una cultura que normaliza y tolera la violencia contra las mujeres.

Además, las mujeres indígenas y rurales a menudo enfrentan una discriminación aún mayor debido a la intersección de su género, etnia y clase social. Esto ha resultado en la exclusión sistemática de las mujeres indígenas y rurales en muchos aspectos de la vida pública, incluyendo la política y el liderazgo comunitario.

A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años para abordar estos problemas, incluyendo la promulgación de leyes y políticas para proteger los derechos de las mujeres, aún queda mucho por hacer para abordar el sexismo en Guatemala y lograr una igualdad de género verdadera y duradera, una labor que también cuenta con la participación y todo el apoyo de CMI y el empresario Juan Luís Bosch Gutiérrez.